Una breve anécdota Recientemente, el gerente de marketing de una compañía me dijo que no patrocinaría a un deporte de motor por los efectos contaminantes causados por los vehículos y las motocicletas. Se me informó acerca de su decisión al final de un agradable almuerzo, en el cual nos sirvieron fruta (de tamaños muy inusuales) que me dijeron provenían de Chile (uvas) y de Marruecos (fresas) cuando pregunté por su lugar de procedencia. Sin más que decir, el señor con quién había almorzado no consideró que la deliciosa fruta que estábamos comiendo no tenía “cero impacto”, dada la larga distancia que había viajado desde el otro lado del mundo hasta nuestra mesa.
Sin más excusas
Las compañías que desean asociar su marca con los deportes de motor ahora tienen una respuesta a sus inquietudes ambientales: la Fórmula E, una serie de muy bajo impacto medioambiental que utiliza vehículos no contaminantes, libres de ruido y eléctricos que compiten en los centros de algunas ciudades icónicas como Honk Kong, Ciudad de México, Roma, París, Berlín, Nueva York, por mencionar algunas de las ciudades que han recibido al campeonato. A partir del próximo año, las motocicletas eléctricas también harán su debut. Entonces, ya no hay más excusas. A pesar de esto, aún hay gente que hace declaraciones como la anteriormente mencionada y sin embargo utilizan productos que tienen una gran huella de carbono.
Todo lo que hacemos tiene un impacto en el medioambiente que nos rodea, desde la taza de leche que bebemos por la mañana hasta la última prenda que vestimos. Todo tiene un impacto medioambiental y mientras más consumimos productos lejanos a su lugar de producción, mayor es la huella de carbono. Todas las actividades generan alguna forma de contaminación, sin embargo, los peores casos están relacionados con las industrias de procesamiento de carnes y de procesamiento de alimentos, pero esto no impedirá que comamos, ¿cierto?
De todas maneras, si le gusta la Fórmula E debiera leer más acerca de la agencia de la Fórmula E .
Acciones, no sólo palabras
¿No sería bueno si realmente todos prefiriéramos consumir productos de la zona en vez de sólo leer los típicos artículos con sermones que todos publican en sus sitios web? ¿No sería bueno encontrar algo de coherencia entre lo que decimos o escribimos y lo que hacemos? Aquí hay un ejemplo que lo quiero decir. Una tarde fui a Whole Food a comprar comida y me dieron una linda, recliclada y de aspecto natual bolsa de papel que contenía pollo asado en una caja de plástico que permancerá en el medio ambiente por los próximos 100 o 1000 años. Esto nos deja mucho que pensar y los deportes de motor tienen la oportunidad de evaluar su estrategia de comunicación.
Por otra parte, debemos ir más allá del ruido y la contaminación y comenzar a considerar el impacto que las carreras han tenido en el progeso de la industria de las dos y cuatro ruedas: mejoras en términos de confiabilidad y consumo que tienen un impacto directo en la contaminación; mejoras en la construcción y en el uso de materiales, que tiene un impacto en la seguridad ante la eventualidad de un accidente; la posibilidad de reciclar muchos de los componentes instalados en las motocicletas o vehículos; la introducción de la ayuda a la conducción como la dirección asistida, el servofreno y los frenos ABS que aumentan el nivel de la seguridad del vehículo. La lista podría continuar con los millones de puestos de trabajo que la industria ha creado con el paso del tiempo, sin embargo, todos estamos conscientes de la necesidad y la esperanza de que en el futuro haya menos contaminación.
Ruido y contaminación son sólo una porción de un gran pastel que incluye progreso, mejor movilidad y carreras con cero impacto (al menos en los últimos cuatro años). Por esto, ya no hay más excusas válidas para que las compañías se abstengan de darle una oportunidad a los deportes de motor.
[eng-blog]