Apple TV+ se convertirá en la emisora exclusiva de la Fórmula 1 en Estados Unidos a partir de 2026, en virtud de un contrato de cinco años por un valor estimado de 750 millones de dólares. El acuerdo representa un punto de inflexión no sólo para la serie automovilística más importante, sino para todo el ecosistema de derechos deportivos en Estados Unidos.
El gigante con sede en Cupertino se ha asegurado los derechos para retransmitir las 24 carreras del calendario mundial, incluidos los entrenamientos libres, la clasificación y la Carrera Sprint, ofreciendo a sus abonados acceso incluido en el precio de la suscripción y haciendo que algunas sesiones estén disponibles gratuitamente para ampliar la zona de captación. Se trata de un movimiento estratégico que integra tecnología, entretenimiento y negocio de forma innovadora.
Una inversión importante y una señal para el mercado
Según fuentes cercanas al acuerdo, Apple pagará 150 millones de dólares anuales por los derechos exclusivos de la Fórmula 1 en EEUU. En comparación, el acuerdo actual con ESPN tiene un valor aproximado de 90 millones de dólares al año. El aumento, del 66%, representa uno de los mayores aumentos en la historia reciente de los derechos televisivos de un deporte internacional en Estados Unidos.
Sin embargo, el valor económico es sólo una parte de la complejidad de este acuerdo, que conlleva una serie de implicaciones estratégicas y comerciales: desde la competencia entre plataformas de streaming hasta el posicionamiento de la Fórmula 1 en el mercado norteamericano, pasando por la redefinición de las relaciones con patrocinadores y emisoras tradicionales.
La estrategia deportiva de Apple: de la MLS a la Fórmula 1
Apple no es ajena al mundo del deporte. Tras su experiencia con el Friday Night Baseball (85 millones de dólares anuales) y el acuerdo estratégico de 2.500 millones de dólares por los derechos mundiales de la Major League Soccer, la empresa ha desarrollado a lo largo de los años un enfoque prudente pero específico: inversiones seleccionadas, con un fuerte valor simbólico y en línea con su estrategia corporativa.
Durante mucho tiempo, hubo cierto escepticismo sobre la posibilidad de que la multinacional californiana Apple invirtiera en el Campeonato del Mundo de Fórmula Uno. De hecho, el área de captación del Apple TV+ sigue siendo relativamente pequeña en comparación con sus principales competidores en el sector del streaming, y la Fórmula 1, aunque crece a un ritmo constante, sigue siendo un nicho de mercado en comparación con las ligas deportivas estadounidenses establecidas, como la NBA, la NFL y la MLB.
Sin embargo, el éxito mundial de la película “F1: The Movie” cambió radicalmente esta perspectiva. Producida por Apple y protagonizada por Brad Pitt, la película generó más de 550 millones de dólares en ingresos de taquilla internacionales, estableciéndose como el mayor éxito cinematográfico jamás realizado por una plataforma de streaming. Este acontecimiento cultural tuvo un impacto significativo, proyectando la Fórmula 1 más allá de los confines de la pista de carreras y hacia la cultura popular.

Un importante impulso económico para Liberty Media
La decisión de Apple se produce en medio de un fuerte crecimiento financiero del Campeonato Mundial de Fórmula Uno. En el segundo trimestre de 2025, Liberty Media, titular de los derechos comerciales del campeonato, declaró unos ingresos de 1.200 millones de dólares, lo que supone un aumento del 41% respecto al mismo periodo del año anterior.
Los beneficios de explotación ascendieron a 293 millones de dólares, lo que supone un aumento del 249% respecto al segundo trimestre de 2024. Es la tercera vez en la historia que la Fórmula 1 supera los 1.000 millones de dólares de ingresos en un solo trimestre, pero la primera vez que ocurre fuera del cuarto trimestre, tradicionalmente el periodo más rentable del año.
Este importante crecimiento puede atribuirse a varios factores:
- Un calendario de carreras más rico (9 carreras en el segundo trimestre de 2025 frente a 8 en 2024)
- La adquisición de nuevos patrocinadores globales, como PepsiCo y MSC Cruceros
- Un acuerdo de licencia con The Walt Disney Company para el uso de la marca “Mickey & Friends”.
- La prórroga del Gran Premio de Canadá hasta 2035
- Y, sobre todo, el impacto económico generado por la película producida por Apple.
El éxito de la película dio nueva vida mediática y financiera al campeonato, demostrando la capacidad de la marca Fórmula 1 para generar valor fuera del contexto deportivo.
La importancia estratégica del mercado estadounidense
En los últimos años, el mercado estadounidense se ha consolidado como la principal área de desarrollo estratégico de la Fórmula 1. Con tres Grandes Premios celebrados en suelo estadounidense (Austin, Miami y Las Vegas), el campeonato ha realizado esfuerzos considerables para atraer a un público históricamente más inclinado hacia la NASCAR y la IndyCar.
Los datos estadísticos muestran un progreso significativo:
- En 2025, se espera una media de 1,3 millones de espectadores por carrera, lo que supone un aumento del 7% respecto al año anterior.
- Hay un fuerte crecimiento demográfico en el grupo de edad de 18 a 34 años.
- Hay un aumento significativo del interés entre el público femenino y la Generación Z, también gracias a contenidos fuera de pista como “Drive to Survive”.
Sin embargo, el crecimiento parece haberse desacelerado en los últimos meses. A pesar de los índices de audiencia positivos, ESPN decidió no igualar la oferta económica de Apple, optando por concentrar sus recursos en la NBA, la NFL y el fútbol universitario, disciplinas deportivas que garantizan rendimientos económicos más seguros y mayores volúmenes de audiencia.
Los riesgos y oportunidades de un modelo de distribución exclusivamente en streaming
El acuerdo con Apple conlleva riesgos potenciales. La exclusividad de toda la oferta de Fórmula 1 tras un muro de pago en una plataforma relativamente de nicho podría obstaculizar la expansión de la afición estadounidense, precisamente en un momento en que el campeonato necesita ampliar su audiencia.
Este riesgo no es teórico: la Major League Soccer, tras su acuerdo exclusivo con Apple, tuvo que reabrirse parcialmente a las emisoras tradicionales para ofrecer una mayor exposición a socios comerciales y patrocinadores.
En cambio, Apple cuenta con un impresionante ecosistema mediático. El acuerdo incluye la integración de contenidos de Fórmula 1 no sólo en Apple TV+, sino también en Apple News, Apple Maps, Apple Music, Apple Sports y Apple Fitness+. Un ecosistema así es capaz de amplificar la narrativa de la Fórmula 1 durante todo el año, sin limitarse a los fines de semana de carreras.
Además, para Apple, la inversión anual de 150 millones de dólares es una miseria, que equivale a poco más que un artículo de marketing para una empresa que generó ingresos superiores a 380.000 millones de dólares en 2024.

Patrocinio, contenido y cultura pop: el impacto de Brad Pitt
Un elemento clave de toda la operación fue la película “F1: The Movie”. Esta obra actuó como una campaña de comunicación masiva, elevando la Fórmula 1 al centro de la cultura pop estadounidense. La producción, con un presupuesto estimado de 300 millones de dólares, generó más de 40 millones sólo de patrocinios directos. Grandes marcas como Expensify, Geico y SharkNinja invirtieron en el establo ficticio APX GP de Brad Pitt, aprovechando dos años de rodaje, acceso a paddocks reales y una visibilidad mundial sin precedentes.
Otras marcas desarrollaron productos dedicados: IWC lanzó una colección de tres relojes especiales, Tommy Hilfiger presentó una colección APX GP de edición limitada, que se agotó rápidamente, y Heineken hizo un anuncio con Brad Pitt y Damson Idris, amplificando aún más el efecto viral.
En este contexto, la entrada de Apple como emisora no es una iniciativa aislada, sino la pieza final de una estrategia integrada que combina plataforma, contenido y visibilidad cultural.
La salida de ESPN, que había relanzado la Fórmula 1 en EEUU, marca el final de un ciclo importante. Durante su mandato, el canal deportivo había contribuido a aumentar la audiencia en EEUU y a consolidar la presencia de la F1 en el calendario deportivo nacional. Sin embargo, para ESPN, una inversión anual de 150 millones de dólares representaba un coste excesivo para un deporte que, aunque en crecimiento, sigue estando muy lejos de los volúmenes de audiencia y el inventario publicitario de la NFL o la NBA. En comparación, el acuerdo con la ACC (fútbol y baloncesto universitarios) supone una inversión anual de 240 millones de dólares y genera cifras de audiencia e inventario publicitario significativamente superiores.
Apple, por su parte, no está obligada a justificar la inversión con audiencias inmediatas: para Cupertino, la Fórmula 1 es un vehículo estratégico de marca e innovación.
La decisión de colaborar con Apple llega en un momento delicado para Liberty Media. Por un lado, la Fórmula 1 es más fuerte y popular que nunca. Por otro, la curva de crecimiento en Estados Unidos empieza a estabilizarse.
Con este acuerdo, la Fórmula 1 da prioridad a la calidad sobre la cantidad, con el objetivo de monetizar una audiencia joven, adinerada y muy comprometida, en lugar de perseguir la máxima exposición televisiva. El objetivo no se limita a aumentar el número de espectadores, sino que se extiende a transformar la Fórmula 1 en un producto mediático completo, que integre cine, streaming, tecnología, moda, cultura pop y, por supuesto, automovilismo.
Una ventaja competitiva llamada Apple
Apple se distingue de otros difusores por la profundidad de su ecosistema. La empresa tiene la capacidad de integrar la Fórmula 1:
- en sus dispositivos (iPhone, iPad, Mac, Apple Watch)
- en servicios multimedia (TV+, Música, Noticias, Mapas, Fitness+)
- en su red mundial de distribución.
Esto implica no sólo la retransmisión de carreras, sino la creación de experiencias digitales e interactivas, como cámaras a bordo para cada piloto, telemetría en tiempo real, contenido adicional, notificaciones personalizadas y narración continua.
En otras palabras, Apple tiene el potencial de transformar el disfrute de la Fórmula 1 de un acontecimiento televisivo a una plataforma tecnológica inmersiva.
Patrocinio: terreno fértil para nuevas marcas
Otro efecto significativo de este acuerdo afecta al mercado del patrocinio. La asociación con Apple confiere a la Fórmula 1 un aura adicional de exclusividad e innovación, haciendo que el campeonato sea aún más atractivo para las marcas tecnológicas, de estilo de vida y financieras. Este fenómeno ya se ha observado con el cine, donde las marcas de fuera del paddock tradicional se sentían más atraídas por el contexto cultural que por la mera visibilidad en la pista. Con la cobertura en streaming, la Fórmula 1 ofrece a los socios la oportunidad de poner en práctica formas más sofisticadas de activación, como el contenido de marca, las experiencias digitales y las campañas integradas.
En un contexto en el que los logotipos en los capós son menos importantes que las historias que se cuentan a los usuarios, esto podría ser una ventaja competitiva decisiva.
La Fórmula 1 en la era de la convergencia entre deporte y espectáculo
Este acuerdo forma parte de una tendencia más amplia: la convergencia del deporte y el entretenimiento. La Fórmula 1 ya no es exclusivamente un campeonato de carreras, sino una plataforma narrativa que abarca múltiples medios, como la televisión, el cine, las redes sociales, la moda y la tecnología. Con la entrada de Apple, este ecosistema se cohesiona aún más. Las carreras representarán sólo un componente de una narrativa que se desarrolla 365 días al año: podcasts, docuserie, contenido exclusivo, acceso entre bastidores, música, bienestar, estilo de vida. Para un público joven y digitalizado, la Fórmula 1 se transforma en una experiencia, no sólo en un deporte que seguir.
El acuerdo de 750 millones de dólares entre Apple y la Fórmula 1 representa algo más que una simple transacción comercial: es una alianza estratégica entre una de las marcas más influyentes de la tecnología y uno de los campeonatos más emblemáticos del mundo. Para la Fórmula 1, representa una oportunidad de consolidar su presencia en el estratégico mercado estadounidense, acelerando su evolución de deporte a producto mediático global. Para Apple, ofrece la oportunidad de reforzar su oferta de streaming con contenidos premium, creando experiencias integradas que ningún competidor puede replicar con la misma profundidad tecnológica. El futuro de la Fórmula 1 en EE.UU. se decidirá no sólo en la pista, sino también en las pantallas de iPhones y Macs. Y es en este ámbito donde Cupertino aspira a ganar el Gran Premio más importante: el de la atención.