La llegada de Diogo Moreira a MotoGP, tras el histórico título de Moto2 2025, es mucho más que un simple salto de categoría: es un punto de inflexión para MotoGP , para el MotoGP de Liberty y para la industria del motociclismo en Brasil y en toda Sudamérica. Y por qué no, para todo el patrocinio en MotoGP.
El piloto de Guarulhos, de 21 años, triunfó en Valencia tras una remontada de más de 60 puntos sobre González, y se convirtió en el primer campeón del mundo brasileño de MotoGP de la historia. Desde los tiempos de Alex Barros, Brasil no había tenido un referente estable en MotoGP. Por lo tanto, para Moreira es un regreso por todo lo alto utilizar el número 11 en la pista. Su debut en 2026, a los mandos de la Honda LCR de Lucio Cecchinello (que sabe un par de cosas sobre debuts importantes, ya que se llevó por delante a Casey Stoner en 2006) coincide con el regreso del GP de Brasil en Goiânia, en el circuito Ayrton Senna, una señal estratégica y simbólica que va más allá de la simple dimensión deportiva.
Un nuevo motor para MotoGP y Liberty Media
La coincidencia temporal es perfecta desde el punto de vista del marketing:
- un nuevo circuito en un país que se encuentra entre los principales mercados de motos del mundo;
- un ídolo doméstico joven, mediático y ya campeón del mundo;
- una afición que vive la moto más como un instrumento de la vida cotidiana que como un lujo, y que puede ser “educada” en la dimensión de las carreras.
Datos en la mano: América Latina, con una población de más de 660 millones de habitantes, es la región donde los ingresos medios por derechos de TV por espectador siguen siendo inferiores a los de Europa y Asia, pero tiene mayores márgenes de crecimiento. Sólo Brasil (214 millones de habitantes, 90 millones de aficionados activos al deporte) abre escenarios récord para la TV, el streaming y los patrocinadores. En la actualidad, plataformas como Star+ ya han registrado un salto sustancial en la audiencia de MotoGP, también como resultado de la “Moreira-manía”.
MotoGP experimentó un aumento de dos dígitos en la interacción social entre 2024 y 2025, y Brasil no es una excepción, una clara señal de que la “generación de la chispa” a la que Liberty confía la renovación comercial y emocional del campeonato se está acercando en masa a este deporte.
Industria y mercado de la moto: Brasil (re)se enciende
En términos de economía industrial, el momento también es favorable. Brasil es el sexto mercado mundial de motocicletasy está en auge: las ventas superaron los 1,8 millones de unidades en los diez primeros meses, con un crecimiento interanual de alrededor del 15%, en un contexto de crecimiento real del PIB del 2,16% en 2025. La moto es el vehículo de la nueva clase media urbana y de la economía de servicios: la explosión de las entregas a través de apps (iFood, Rappi, etc.) se ha convertido en una metáfora de la resistencia de la economía brasileña, como señala la prensa económica local.
El sector de las dos ruedas emplea a 270.000 personas, entre producción, distribución e industrias afines. Los grandes fabricantes, japoneses y europeos en primer lugar, confían mucho en los acuerdos locales: Honda lleva produciendo localmente desde 1976 y hoy tiene casi el 70% de las acciones, Yamaha y BMW compiten en el segmento premium, mientras que los actores chinos están entrando con modelos eléctricos cada vez más competitivos.
En este escenario, que un campeón del mundo entre en MotoGP justo cuando el país acoge su GP de casa es oro puro: significa poder vincular el posicionamiento de los grandes fabricantes (Honda, Yamaha, Ducati, KTM, etc.) no sólo a la venta de scooters y commuters, sino a un imaginario aspiracional del más alto nivel. Se espera que este fermento se refleje también en los patrocinios en la zona LATAM gracias al efecto Moreira, abriendo el camino a posibles joint ventures entre marcas europeas y el mercado brasileño.
Supermotard: el sello de un talento único
Más allá de los éxitos en la pista, hay un episodio que capta el carácter excepcional del piloto: en 2022, mientras disputaba el campeonato del mundo en la categoría de Moto3, Moreira debutó en el Campeonato del Mundo de Supermotard S1GP en Cataluña y ganó inmediatamente, por delante de los especialistas de la categoría.
El paddock se queda sin palabras: pole, victoria en la carrera-1, carrera rápida, segundo en la carrera-2, récord del circuito. Esto demuestra una versatilidad fuera de lo común, refinada entre motocross, enduro y asfalto, que hoy permite a Diogo ser una referencia técnica para patrocinadores y fabricantes que buscan “embajadores globales” y no sólo especialistas en una categoría.
Identidad, medios de comunicación, nuevas generaciones
El debut de Moreira impulsa la narrativa mediática del MotoGP: Liberty y Dorna apuestan por una comunicación más joven e interactiva, en la que los atletas son “influenciadores de marca”, los GP se convierten en festivales urbanos, y la narrativa pasa del puro deporte a una transversalidad cultural y social. No es casualidad que MotoGP 2026 en Brasil pudiera, aunque aún no está confirmado, incluirse en una semana de eventos sobre la “nueva movilidad”, con patrocinadores del sharing, la e-movilidad y la realidad aumentada. La cobertura social, que incluye TikTok, Twitch y asociaciones con los medios de comunicación, aumentará el valor de marca de los pilotos y equipos de todas las categorías.
El efecto Moreira: oportunidades para todos
Para Liberty Media, para Dorna, para los fabricantes de motos y para toda la cadena de suministro, el “fenómeno Moreira” es, por tanto, una palanca comercial, cultural y estratégica. Una oportunidad para consolidar MotoGP como plataforma global en una nueva era de marketing deportivo y socialización de masas.
Con la reciente adquisición de Dorna por Liberty Media, la misma empresa que convirtió la F1 en un fenómeno global, la entrada de Moreira y el relanzamiento de MotoGP en Latinoamérica pueden suponer un apoyo extraordinario para una estrategia precisa:ampliar los mercados clave e implicar a las nuevas generaciones. Liberty pretende ahora reproducir el auge mediático-social visto en la Fórmula 1, centrándose en héroes locales como Moreira para activar “bases de fans” regionales y reforzar su presencia digital.