La propagación mundial del Coronavirus ha obligado a los organizadores a cancelar la carrera de Qatar y a aplazar la de Malasia. Ezpeleta y Dorna Sports aseguran que habrá temporada 2020 de MotoGP, aunque es posible que el calendario se reorganice parcialmente.
La Federación Internacional de Motociclismo, Dorna y la IRTA tomaron la decisión conjunta de cancelar el Gran Premio de Qatar para la categoría de MotoGP y aplazar a una fecha posterior el Gran Premio de Tailandia para las tres categorías debido al brote del virus COVID-19 (o Coronavirus). El inicio de la temporada de Grandes Premios de motociclismo se retrasa así al 8 de abril de 2020, con el Gran Premio de EE.UU. en Austin, en el Circuito de las Américas.
El virus cambia MotoGP. Las causas de la cancelación y el aplazamiento
En estas horas de confusión y agitación para equipos, operadores y aficionados, es especialmente importante tener las cosas claras, separando -como dice la expresión- las ovejas de las cabras. En primer lugar, debemos recordar que las causas de la cancelación del MotoGP de Qatar y del aplazamiento de la carrera de Tailandia son fundamentalmente diferentes.
Los Emiratos habrían acogido la máxima categoría sin problemas, dado que no existen restricciones para la celebración de grandes eventos, al igual que están perfectamente dispuestos a seguir adelante con Moto2 y Moto3.
El problema en Qatar es esencialmente la preocupación por la aglomeración de muchos italianos en el paddock, que es, según el gobierno local, el mayor riesgo. Nuestros compatriotas italianos, una vez llegados a Qatar, habrían tenido que pasar dos semanas en cuarentena antes de que se les permitiera seguir con sus asuntos. Esto no encaja bien con el calendario del Gran Premio y, por lo tanto, habría privado efectivamente a MotoGP de un gran número de pilotos, ingenieros y operadores. Así pues, Dorna, la FIM y la IRTA tomaron la decisión conjunta de cancelar el GP para la categoría de MotoGP, permitiendo que sólo Moto2 y Moto3 siguieran adelante, cuyos equipos ya se encuentran en Losail para los tests de pretemporada.
La situación es sustancialmente diferente para Tailandia, donde, a pesar de que no hay problemas para la llegada y salida de italianos y europeos en general, está prohibido todo evento en el que participen más de mil personas, debido precisamente a la rápida propagación del Coronavirus. Por desgracia, o por suerte, la ronda de Buriram, desde su creación, ha sido el Gran Premio con mayor afluencia de público en las gradas y los paddocks, con cientos de miles de aficionados llenando todos los espacios disponibles.
¿Un calendario de MotoGP reorganizado?
En el momento de escribir estas líneas, la situación también es incierta en EE.UU., donde el Gran Premio debería empezar en el Circuito de las Américas el 5 de abril. De hecho, EE.UU. ha emitido una “Advertencia de nivel 4 / No viajar” para los residentes de Véneto y Lombardía, dos regiones que albergan a varios deportistas y equipos que participan en carreras de Gran Premio.
Exactamente igual que ocurrió en Qatar, es difícil imaginar un Gran Premio sin nadie de Lombardía y Véneto en la pista (o, obviamente, sin nadie que haya viajado a estas regiones): por nombrar sólo dos, Yamaha Racing tiene su sede en Gerno di Lesmo, en Brianza, y la sede de Aprilia está en Noale, en Véneto.
Mientras escribo, las autoridades argentinas han confirmado sin lugar a dudas que el Gran Premio de Termas de Río Hondo se celebrará el fin de semana del 18 de abril. Igualmente, Carmelo Ezpeleta, Director General de Dorna Sports, reiteró que habrá una temporada normal de MotoGP 2020 y que se hará todo lo posible para limitar los inconvenientes. Una propuesta inicial es incluir el GP de Tailandia en el Tríptico Asiático, donde solía estar hasta el año pasado. Cuando llegue el otoño, se espera no sólo que la pandemia haya terminado, sino también que todo haya vuelto a la normalidad, permitiendo que los Grandes Premios se celebren con normalidad.
Lo que está claro es que nada de esto es seguro por el momento. La situación evoluciona continuamente y, como demostró el pasado fin de semana, las cosas pueden dar un giro rápido en sólo unas horas: las tres clases unidas podrían volver a la pista desde América, Argentina o Jerez, en España, el 3 de mayo. Ahora mismo, simplemente no lo sabemos.
“El amor en los tiempos del cólera”, o no
Es demasiado fácil tomar prestado el famoso título de Gabriel García Márquez en estas febriles circunstancias, pero es importante, si no esencial, establecer las distinciones adecuadas.
En primer lugar, debemos recordar que todo esto se hace con vistas a proteger la salud y la seguridad mundiales ante una emergencia infecciosa cada vez más transnacional. Si una cosa es cierta sobre este Coronavirus, es que es altamente contagioso. Un campeonato como el MotoGP, que requiere que cientos de personas de todo el mundo se desplacen cada dos semanas de un país a otro y de un continente a otro, es potencialmente un vehículo extraordinario para la transmisión y transferibilidad del virus COVID-19. El sacrosanto imperativo es proteger la salud de todos: en esto estamos todos de acuerdo.
Dicho esto, es comprensible que estas horas sean preocupantes, ya que han surgido numerosos problemas, grandes y pequeños, que van desde las dificultades logísticas de los equipos hasta la relación con los patrocinadores, los problemas de organización para el futuro y las rápidas comunicaciones necesarias paraque toda la maquinaria vuelva a estar literalmente en marcha.
Por mi parte, estoy seguro de que estos problemas se superarán y de que las carreras de Gran Premio se reunirán con sus aficionados y circuitos lo antes posible. Mientras tanto, la esperanza es que esta asombrosa enfermedad que ha azotado nuestro planeta desaparezca por donde ha venido. Dejándonos volver a nuestras motos y, sobre todo, con una nueva sonrisa en la cara.