En el mundo del
automovilismo
la línea que separa la rutina de la superstición suele ser delgada y borrosa. Los pilotos y los equipos, inmersos en un entorno competitivo de alta presión, desarrollan un conjunto de rituales y hábitos que pueden parecer extraños a ojos ajenos y, a veces, se aferran a rituales y creencias que desafían la lógica, pero que alimentan su determinación.
Pero, ¿por qué están tan extendidas estas prácticas? La respuesta está en la psicología deportiva y en la necesidad de controlar la ansiedad y mejorar el rendimiento. En este artículo exploramos las supersticiones más curiosas del automovilismo, analizando cómo influyen en los pilotos y en su rendimiento.
Número 13: Un tabú universal
En el automovilismo, el número 13 se evita como la peste. Esta creencia deriva de la tradición anglosajona que considera que el 13 es un número de mala suerte. Un ejemplo emblemático es la Fórmula 1, donde el número 13 estuvo prohibido durante 36 años hasta 2014, cuando Pastor Maldonado decidió tentar a la suerte con resultados poco alentadores, su desafortunada temporada pareció confirmar el mito. Sin embargo, un análisis estadístico revela que el rendimiento de Maldonado no fue significativamente peor que sus promedios anteriores, lo que sugiere que la percepción de la mala suerte puede ser más influyente que la propia realidad.
Amuletos y Talismanes: Protección y Fortuna
Muchos pilotos llevan amuletos y talismanes como símbolos de protección. Alberto Ascari, bicampeón del mundo, evitaba los gatos negros y no permitía que nadie tocara la bolsa que contenía su casco azul.
Ascari era conocido por su colección de amuletos, entre ellos un peluche con un amuleto de la suerte. Estos objetos, cargados de significado personal, actúan como anclas emocionales en momentos de estrés intenso. Su eficacia, según los psicólogos deportivos, reside en su capacidad para centrar la atención y reducir la ansiedad, permitiendo a los corredores entrar en un estado de flujo óptimo.
Gestos escaramánticos: ¿rutina u obsesión?
Los gestos supersticiosos son otro componente clave de las supersticiones del automovilismo. Michael Schumacher, por ejemplo, siempre subía al coche por el lado izquierdo y siempre llevaba un amuleto con las iniciales de los miembros de su familia Estos gestos, repetidos con precisión maníaca, ayudan a los pilotos a crear una sensación de control y familiaridad, reduciendo la ansiedad previa a la carrera.
Las raíces psicológicas de las supersticiones en el automovilismo
El poder de la mente en la pista
Las supersticiones en el automovilismo no son meros caprichos, sino que reflejan necesidades psicológicas profundas. En un entorno donde el control lo es todo, pero paradójicamente se deja mucho al azar, estos rituales ofrecen una ilusión de dominio sobre los acontecimientos. Estudios recientes de psicología deportiva han demostrado que estas prácticas pueden mejorar realmente el rendimiento, no por arte de magia, sino aumentando la confianza en uno mismo y reduciendo la ansiedad previa a la carrera.
De la superstición a la rutina: un camino evolutivo
Lo que empieza como una superstición a menudo evoluciona hasta convertirse en una rutina estructurada. Los entrenadores mentales trabajan con los pilotos para transformar los gestos supersticiosos en rituales eficaces previos a la carrera, basados en principios científicos de preparación mental. Esta transición marca el paso de una creencia irracional a una práctica orientada al rendimiento.
Rutinas y Rituales Deportivos: No Sólo Escaramuza
Así que las rutinas deportivas no se reducen a simples gestos supersticiosos. En esencia, son estrategias mentales destinadas a mejorar el rendimiento de los deportistas.
Los entrenadores mentales trabajan con los pilotos para crear rutinas personalizadas que fomenten la concentración y reduzcan la ansiedad.
Estas rutinas han demostrado ser herramientas poderosas para optimizar el rendimiento; de hecho, mediante la práctica constante, los deportistas pueden:
- Mejorar la autoconfianza: Repetir acciones concretas consolida la sensación de familiaridad y control.
- Agudizar la concentración: Centrarse en los elementos clave del rendimiento permite excluir las distracciones.
- Convertir la ansiedad en energía: las rutinas ayudan a canalizar la ansiedad en una fuente de energía positiva.
- Automatizar los gestos: La repetición hace que ciertos movimientos sean automáticos, liberando la mente para concentrarse en los aspectos más importantes de la competición.
- Fomentar la resiliencia: las rutinas ofrecen una vuelta a la normalidad en situaciones estresantes.
Tecnología y tradición: una combinación ganadora
En el automovilismo contemporáneo, las rutinas han evolucionado integrando tecnología avanzada y prácticas tradicionales. Los pilotos modernos combinan rituales personales con sofisticadas técnicas de visualización y biorretroalimentación. Esta fusión de lo antiguo y lo moderno crea un enfoque holístico de la preparación mental, optimizando tanto el cuerpo como la mente para los retos de la pista.
El poder del efecto placebo en el automovilismo
Estudios recientes en el campo de la neurociencia han demostrado que las creencias pueden influir significativamente en el rendimiento físico mediante el efecto placebo. En el contexto del automovilismo, esto significa que un piloto que cree firmemente en la eficacia de su ritual previo a la carrera puede experimentar mejoras apreciables en su rendimiento, independientemente de la validez científica de la práctica en sí.
Cuando la superstición se convierte en un obstáculo
Sin embargo, las supersticiones tienen un lado oscuro en el automovilismo. Cuando estas creencias se vuelven demasiado rígidas o invasivas, pueden entorpecer el rendimiento en lugar de mejorarlo. Los pilotos deben ser capaces de racionalizar y adaptarse a cambios imprevistos en sus rituales sin sufrir caídas en su rendimiento; es esencial mantener un equilibrio saludable entre las rutinas establecidas y la flexibilidad mental.
Curiosidades y Anécdotas: Historias de Supersticiones en el Automovilismo
El caso de Pedro Rodríguez
Una anécdota interesante se refiere a Pedro Rodríguez, que perdió su anillo del amuleto de la suerte, un recuerdo de su hermano pequeño que murió en un accidente años antes en un vuelo de avión. Después de que le falsificaran una copia, confesó a los periodistas que ya no se sentía seguro. Unos meses después, el 11 de julio de 1971, Rodríguez perdió la vida en un accidente en una carrera menor en el Norisring, lo que alimentó aún más las creencias supersticiosas.
La Scaramanzia de Enzo Ferrari
Enzo Ferrari, fundador de la legendaria escudería, era conocido por su aversión al número 17. Este número se asoció a la muerte de su amigo Ugo Sivocci, que perdió la vida en un accidente durante los entrenamientos del Primer Gran Premio de Europa en 1923.
Iconos y Rituales: Las Supersticiones más Famosas de los Pilotos de MotoGP y F1.
MotoGP
Valentino Rossi, el “Doctor”, es famoso no sólo por sus hazañas en la pista, sino también por su meticulosa rutina previa a la carrera:
- La preparación de la maleta sigue un orden preciso, con especial atención a los calcetines de carrera, cada uno con una función específica.
- En la caja, Valentino ordena los objetos casi maníacamente, un gesto que también le ayuda a poner en orden su mente.
- Antes de subir a la moto, Rossi siempre se agachaba a la derecha del vehículo, tocándose los hombros, las manos y las piernas en secuencia. Este gesto se ha convertido en uno de los más reconocibles en el paddock de MotoGP. https://www.youtube.com/watch?v=fsgpUCGExew
Jorge Lorenzo y Andrea Dovizioso, cuando estaban en la parrilla, siempre dejaban la moto para ir al baño antes de entrar finalmente en la pista. Este ritual aparentemente trivial era parte integrante de su preparación mental.
Hiroshi Aoyama, un antiguo piloto japonés, solía bendecir la caja y la moto cada mañana, rociando tanto la moto como el casco con sal gema. Este gesto, que mezcla superstición y tradición cultural, pone de manifiesto cómo las creencias personales pueden influir en la preparación de un conductor.
Marc Márquez: A pesar de afirmar que no es supersticioso, el campeón español reveló que siempre lleva ropa interior roja el día de la carrera. Para los ensayos, opta por un par azul en su lugar. Este hábito cromático se ha convertido en parte integrante de su preparación mental.
Max Biaggi: El “Corsario” tenía una superstición especialmente curiosa: llevaba la misma ropa interior durante toda su carrera.
Este gesto extremo muestra lo fuerte que puede ser el vínculo entre un conductor y sus objetos “de la suerte”.
Danilo Petrucci: La Constancia de los Calcetines, Desde los entrenamientos libres del viernes hasta la carrera del domingo, siempre utilizó los mismos calcetines.

Fórmula 1
Sebastian Vettel siempre ponía una imagen de San Cristóbal (patrón de los automovilistas) en sus zapatos de carreras y siempre subía al coche por el lado izquierdo, como hacía su héroe de la infancia Michael Schumacher. También llevaba varias monedas encontradas por casualidad.
Niki Lauda siempre guardaba una moneda en sus guantes durante las carreras.
Ayrton Senna nunca cambiaba sus guantes de carreras, ni siquiera cuando estaban muy desgastados.
David Coulthard siempre llevaba pantalones azules que le regaló su tía, hasta que se los cortaron tras un accidente.
Felipe Massa no se cambió de ropa interior en todo el fin de semana de carreras.
Kimi Raikkonen Llevó los mismos calcetines durante años.
Jacques Villeneuve sólo utilizaba trajes al menos una talla más grande de lo normal.
Stefano Modena tenía una forma específica de abrocharse el cinturón de seguridad, siempre entraba en su coche por el lado izquierdo e insistía en que su coche se colocara en el lado derecho del box.
Mario Andretti no podía correr sin su medalla de oro al cuello.
Emerson Fittipaldi siempre llevaba consigo la foto de su hija.
Entre la superstición y la preparación científica
Estas supersticiones, por extrañas que parezcan, desempeñan un papel fundamental en la preparación mental de los pilotos. En un deporte en el que la presión psicológica es extremadamente alta, ofrecen una sensación de control y familiaridad en un entorno altamente impredecible.
Ya sean calcetines de la suerte, bendiciones o simples gestos repetidos, cada piloto encuentra su propia forma de mentalizarse antes de enfrentarse a los retos de la pista; pueden parecer irracionales a ojos ajenos, pero no se puede subestimar su importancia psicológica.
El enfoque moderno tiende a integrar estas prácticas en un marco más amplio de preparación mental y física, reconociendo su valor para crear una sensación de control y confianza.
En última instancia, ya sea evitar el número 13, seguir una rutina estricta antes de la carrera o llevar un amuleto de la suerte, lo que importa es elimpacto positivo en la mente del conductor.
En el automovilismo, donde los márgenes de victoria se miden en milisegundos, cualquier ventaja psicológica puede marcar la diferencia.
La clave está en encontrar un equilibrio entre la superstición y la preparación científica, que permita a los jinetes aprovechar al máximo tanto la fuerza de la mente como la del cuerpo.