En cierto modo, podríamos calificar de revolucionaria la victoria de Ana Carrasco en el Campeonato Supersport 300 2018. Al ser la primera vez que una mujer gana un campeonato internacional oficial de dos ruedas, es sin duda un acontecimiento histórico, tanto para las mujeres en los deportes de motor como para el motociclismo en general.
Prueba de ello es no solo la enorme cobertura que los medios de comunicación han dado a la noticia, sino también el hecho de que, en la rueda de prensa del Gran Premio de Tailandia de MotoGP, el tema de la mujer en el automovilismo fue ampliamente debatido tanto por los pilotos como por otros profesionales del sector.
Una mujer con muchos récords
Nacida en 1997, Carrasco, de 21 años, no es obviamente la primera mujer que compite sobre dos ruedas en el mundo tradicionalmente masculino del automovilismo. Ni siquiera es la primera en ganar una carrera de velocidad en circuito, ni siquiera la primera en ganar un título mundial bajo los auspicios de la FIM: la finlandesa Kirsi Kainulainen lo hizo en 2016, en el campeonato de sidecar.
Sin embargo, Carrasco es la primera mujer que gana un campeonato internacional de motociclismo, en una categoría tan difícil e infranqueable.
Su resultado, sin embargo, no sorprendió ni a los aficionados ni a los expertos. Que Carrasco tenía un gran futuro se sabía desde su octavo puesto en el GP de Moto3 de Valencia en 2013, aunque los últimos años de Moto3 probablemente no mostraron su verdadero potencial.
Sus últimos resultados pueden haber sido menos que satisfactorios, y junto con las dificultades económicas de su equipo y varias lesiones, no siempre ha parecido enormemente competitiva.
En este punto vuelve a surgir la eterna pregunta: ¿pueden las mujeres del automovilismo ser competitivas en los niveles más altos?
Para responder a esta pregunta podríamos detenernos fácilmente en razonamientos manidos que son arriesgados y ya se han abordado repetidamente. El espectro de preguntas es amplio, empezando por la diferencia de rendimiento físico entre hombres y mujeres y terminando con las inevitables y molestas teorías sobre el machismo… y así sucesivamente.
En su lugar, corresponde a quienes trabajan en el ámbito del patrocinio deportivo investigar la relación entre las mujeres y el automovilismo en el sentido más amplio y ver cómo se puede utilizar este ámbito del deporte para una acción positiva para las marcas.
Las mujeres son una gran parte del público.
Si nos fijamos en las estadísticas oficiales del Campeonato del Mundo de MotoGP, resulta que el público femenino constituye una gran parte de la audiencia de los Grandes Premios, tanto en casa como en la pista.
Según CSM International GMBH & Nielsen Sports, de cada diez espectadores de las principales series de dos ruedas, tres son mujeres. Son cifras interesantes, sobre todo si se tiene en cuenta la amplísima audiencia de MotoGP. El campeonato cuenta con más de 2,6 millones de personas que se inscriben en los circuitos cada año, lo que significa que más de 800.000 chicas y mujeres han visto un Gran Premio en directo en los últimos nueve meses.
Es evidente, e importante, que el éxito de las las mujeres en el automovilismo está estrechamente ligado a la popularidad del deporte entre las mujeres que ven las carreras. Cuanto más a menudo las motos sean pilotadas por mujeres, más mujeres verán y se emocionarán con este deporte y, a su vez, más mujeres serán protagonistas del automovilismo en los años venideros.
Por desgracia, hay relativamente pocas estadísticas de mercado que nos hablen del impacto femenino de los deportes de motor, pero las que existen son alentadoras. Según una encuesta realizada por el Consejo de la Industria de la Motocicleta (MIC) en 2015, en Estados Unidos el 14% de los propietarios de motocicletas son mujeres, y esa cifra se duplicó con creces en la década anterior.
También hay un dato interesante sobre la edad media de una mujer que conduce: las mujeres suelen ser unos 15 años más jóvenes que sus colegas masculinos: 35 frente a 49.
Esto habla evidentemente de un mercado en evolución y de una pasión creciente, que surge tanto en los jóvenes como en los muy jóvenes. Las razones de esta tendencia tan bienvenida hay que buscarlas en la sociedad y en la ruptura de las normas de género, pero también en el desarrollo inclusivo de ciertos fabricantes. Desde hace algún tiempo, algunos sectores de la industria de la motocicleta han emprendido caminos más inclusivos hacia el mercado femenino, especialmente en términos de marketing, eliminando por fin la imagen del motorista maleducado y sucio y sustituyéndola por algo totalmente más positivo.
La producción también ha mejorado: la Ducati Scrambler Sixty2, la Triumph Bonneville T100, la HD Sportster 883, la Moto Guzzi V7 y la Yamaha MT-07 tienen más de un ojo puesto en las consumidoras y, como resultado, han cosechado un gran éxito.
Una nueva dirección del movimiento de las dos ruedas
¿Cómo puede todo esto tratar de implicar a toda la industria del motor, desde las carreras hasta el mercado de carretera? ¿Cómo se puede vincular el éxito de Carrasco y el auge del mercado femenino de motocicletas?
Quizá se pueda sugerir que la moto —un sistema holístico— debe llegar a ser lo más inclusiva posible dentro del mercado, dejando atrás una historia que a menudo ha significado estereotipos y prejuicios arraigados y falsos. Una participación más amplia de toda la industria de las dos ruedas ofrecería oportunidades incalculables. No está de más recordar que un gran número de directores de marketing, patrocinio y comunicación de grandes empresas internacionales son mujeres, y que es necesario tener a mano las herramientas adecuadas si quieres comunicarte eficazmente con estos responsables de la toma de decisiones y con el público de consumidores.
En resumen, la victoria de Ana Carrasco es increíblemente importante, pero sobre todo es un indicador cultural significativo de la dirección que está tomando todo el movimiento de las dos ruedas. Es, sin duda, una buena noticia para todos.
Si quieres hablar sobre las mujeres y el automovilismo, puedes ponerte en contacto con nosotros en info@rtrsports.com