Entrar en el mundo de patrocinios deportivosespecialmente en el automovilismo, es una gran oportunidad para las marcas, pero no se puede esperar conseguir el máximo impacto desde el primer año. Como todo lo complejo, el patrocinio requiere una curva de aprendizaje, un proceso gradual para aprender a aprovechar al máximo los beneficios, afinar las actividades de marketing y priorizar las acciones que hay que poner en marcha. Esta curva de aprendizaje puede acortarse si recurres, en caso de que no tengas experiencia interna, a un consultor o a una agencia externa para facilitar toda la operación. En cualquier caso, es un proceso inevitable pero fundamental para garantizar que cada euro invertido aporte el máximo rendimiento y que la asociación crezca con el tiempo. En este artículo, exploraremos la dinámica de la curva de aprendizaje de los nuevos patrocinadores en el automovilismo, identificando estrategias para desarrollar una presencia valiosa y sostenible a largo plazo. Esperamos que sea útil para que los nuevos patrocinadores se interesen por maximizar el impacto de su patrocinio.
La curva de aprendizaje: ¿qué significa para un patrocinador?
La curva de aprendizaje es un concepto bien conocido en muchos campos, y también se aplica perfectamente al mundo del patrocinio deportivo. Significa que los nuevos patrocinadores tienen que pasar por una fase de aprendizaje durante la cual entienden cómo funciona la dinámica del automovilismo, qué ventajas son mejores para su marca y cómo activarlas de la forma más eficaz. Entrar en el patrocinio no es una operación “plug-and-play”, se necesita tiempo y adaptación para conseguir resultados significativos. Un estudio publicado en el International Journal of Sports Marketing & Sponsorship descubrió que las marcas que adoptan un enfoque incremental, empezando por activaciones más sencillas y específicas, tienden a conseguir mejores resultados que las que intentan hacer “de todo”. Esto se debe a que comprender los mecanismos del compromiso y construir una relación con la audiencia lleva tiempo y experimentación.
El primer año: la importancia de la estrategia y las prioridades
El primer año de un patrocinio suele ser un periodo de experimentación y aprendizaje. Aquí es donde los patrocinadores deben definir claramente sus expectativas y objetivos, establecer unos KPI realistas y desarrollar una estrategia para medir el éxito. Intenta aprovechar todas las ventajas y todas las oportunidades al mismo tiempo puede dar lugar a una dispersión de recursos y a una falta de concentración. Un ejemplo común es el uso de la marca en los coches. Aunque tener tu logotipo en un lugar destacado de los coches de carreras es un beneficio significativo en términos de visibilidad, es importante darse cuenta de que esto es sólo un elemento de una estrategia más amplia. Durante el primer año, puede ser más eficaz centrarse en activaciones que impliquen activamente al público, como concursos con premios, experiencias VIP o contenidos exclusivos en las redes sociales, que ayuden a crear un vínculo emocional más fuerte con la marca.
Aprovechar los beneficios: una cuestión de ajuste fino
No todos los beneficios del patrocinio tienen el mismo valor para todas las marcas. Para algunos patrocinadores, el acceso VIP al paddock puede ser el elemento más valioso, ya que ofrece oportunidades de establecer contactos y crear relaciones B2B. Para otros, la exposición televisiva o el compromiso digital pueden ser más importantes.
Cuando se tienen claros los objetivos se compra mejor, los paquetes de patrocinio están hechos a medida y saber lo que se quiere hacer evita que compremos beneficios/derechos de marketing que quizá no utilicemos, centrándonos en cambio en lo que nos resulta más útil. Cuando el programa está activo, la clave está en afinar las activaciones, seleccionando las que tienen mayor impacto respecto a los objetivos de la marca. Los patrocinadores que dedican tiempo y recursos a analizar los datos de las activaciones iniciales y afinan sus estrategias basándose en los resultados suelen conseguir mejorar su ROI en los años siguientes. Por tanto, no sólo es importante activar los derechos de marketing que tienes, sino también evaluar constantemente su rendimiento para introducir mejoras continuas.
Errores comunes de los nuevos patrocinadores y cómo evitarlos
Uno de los errores más comunes de los nuevos patrocinadores es intentar ganar visibilidad en todos los frentes sin una estrategia clara. Este enfoque de “rociar y rezar” a menudo conduce a resultados decepcionantes y a una falta de impacto tangible. El patrocinio debe verse como una asociación estratégica, en la que el éxito se mide no sólo por la visibilidad, sino también en términos de compromiso, retención y creación de valor para la audiencia.
O tro error frecuente es subestimar la importancia de personalizar las activaciones. Las activaciones que consiguen implicar a la audiencia de forma personal y auténtica son las que generan los mejores resultados en términos de recuerdo y fidelidad a la marca. Esto significa que, en lugar de replicar activaciones estándar, es crucial desarrollar experiencias que sean relevantes para el público objetivo específico de la marca.
Estrategias para el éxito del patrocinio: establecer relaciones y adaptarse
El automovilismo es un entorno dinámico en el que las condiciones cambian rápidamente y en el que es necesaria una adaptación constante. Los patrocinadores con más éxito son los que ven el patrocinio como un viaje, no como un destino. Esto significa estar preparado para evolucionar, aprender de sus resultados y ajustar su estrategia en consecuencia. Un ejemplo de éxito es Red Bull, que empezó en las carreras con pequeños patrocinios y luego se convirtió en una de las marcas más reconocidas del automovilismo mundial. Red Bull ha sabido aprovechar la curva de aprendizaje, adaptando continuamente sus activaciones y ampliando su implicación a medida que crecía su conocimiento del público y de la dinámica del automovilismo. Otra estrategia ganadora es invertir en activaciones que creen experiencias significativas para los aficionados.
Por ejemplo, organizando eventos exclusivos durante los fines de semana de carreras o actividades interactivas en las redes sociales para implicar al público también fuera de la pista.
La clave es construir un camino de compromiso gradual que permita a los fans sentirse parte de algo más grande, desarrollando así una relación duradera con la marca.
Conclusión: El enfoque gradual es la clave del éxito
El patrocinio deportivo, especialmente en el automovilismo, ofrece enormes oportunidades, pero requiere tiempo, estrategia y adaptación. Aceptar que el primer año es un periodo de exploración y puesta a punto, en el que se sientan las bases de una asociación a largo plazo, es muy importante. Intentar hacerlo todo de inmediato puede dar lugar a resultados decepcionantes y a una experiencia menos satisfactoria tanto para el patrocinador como para el público. En cambio, un enfoque gradual, que favorezca el aprendizaje y la adaptación, permite desarrollar una presencia sólida a largo plazo que maximice el impacto de la marca y cree un vínculo auténtico con el público. Cada activación, cada evento, cada acción debe considerarse una pieza de un mosaico mayor, que se construye con el tiempo y requiere cuidado y atención constantes.
Para los directores de marketing y los vendedores interesados en entrar en el mundo del patrocinio de los deportes de motor, el consejo es sencillo: empieza con objetivos claros, define tus prioridades y recuerda que cada paso forma parte de un camino de crecimiento. El patrocinio es un maratón, no un sprint, y la capacidad de adaptarse y aprender marcará la diferencia entre una inversión que se agota y una asociación que prospera a lo largo de los años. En general, invertir tiempo en comprender la curva de aprendizaje y adaptar tu estrategia en consecuencia es crucial para cualquier nuevo patrocinador. No se trata sólo de ganar visibilidad, sino de construir una interacción profunda y significativa con los aficionados, una relación que, con el tiempo, puede convertirse en fidelidad a la marca y, lo que es más importante, en beneficios concretos para la empresa.
No se puede subestimar la importancia de la personalización, la gradualidad y la adaptación continua: son los pilares del éxito del patrocinio en el automovilismo.