El automovilismo es apasionante; la velocidad, que es uno de sus componentes esenciales, te hace estremecer. La sensación de peligro y el riesgo que corren pilotos y conductores hacen que estos deportes sean aún más emocionantes. Ésta es una percepción común.
Es precisamente la velocidad lo que nos hizo enamorarnos de nuestra primera moto. De niños, el riesgo y la sensación de que no todo está bajo control nos han hecho compañía durante los primeros descensos en trineo o sobre esquís. La adrenalina nos hacía temblar y sonreír al mismo tiempo.
Sin embargo, este componente de peligro y riesgo no siempre es un ingrediente querido por las empresas y los patrocinadores. El temor es que el peligro se convierta en tragedia y que los beneficios de marketing del patrocinio se conviertan en un bumerán que vuele peligrosamente contra quienes lo lanzaron.
Más de una vez hemos oído: “Nos gustan los deportes de motor, pero son demasiado peligrosos. No podemos invertir en disciplinas tan arriesgadas”. Es una postura común, pero no responde a la realidad.
¿Qué dicen las cifras?
¿Estamos seguros de que los deportes de motor, y en particular la F1 y la MotoGP, son más peligrosos que otras disciplinas u otras actividades que, a primera vista, parecerían estar a años luz del riesgo de accidente? Hoy me gustaría escribir sobre los riesgos y accidentes relacionados con los deportes de motor. Es un tema muy delicado y difícil de tratar, y lo abordaremos empezando por los números.
Tendremos en cuenta los últimos 40 años de los campeonatos mundiales de automovilismo más importantes y populares: F1 y MotoGP. Escribimos sobre ello después de la ronda italiana de MotoGP, que vio, en los entrenamientos del viernes, cómo Michele Pirro se estrellaba a más de 270 km/h. El accidente, afortunadamente, no tuvo consecuencias graves para el piloto.
40 años de competiciones
En los últimos cuarenta años de competición, 6 pilotos de F1 y 19 pilotos vinculados al campeonato de MotoGP han muerto desgraciadamente ante los ojos de cientos de millones de personas. Pérdidas dolorosas que han marcado el deporte, pérdidas sin embargo que han dado el impulso -si queremos encontrar algo no negativo- para cambiar las reglas, contribuyendo a mejorar la seguridad de estas disciplinas.
Pérdidas que empujaron a los fabricantes de protecciones y ropa técnica a buscar soluciones y tecnologías de vanguardia. Las monturas, los trajes, los cascos y el equipamiento en general han avanzado mucho, con un aumento de las condiciones de seguridad de todos los participantes.
La introducción del Halo en la F1 y del airbag obligatorio en los monos de MotoGP demuestran que incluso en 2018 se ha dado un paso más hacia la seguridad. Antes, los pilotos estaban más expuestos; hoy las cosas han cambiado para mejor.
Comparar números
Dado que incluso una víctima es demasiada víctima, queremos plantear una pregunta: ¿cuántas personas han perdido la vida esquiando, cayéndose de un caballo, haciendo gimnasia artística o jugando al fútbol en el mismo lapso de tiempo? ¿Y cómo podemos comparar estas cifras con las de la F1 y MotoGP? Por extraño que parezca, los deportes de motor -con un total de 25 muertes en 40 años- parecen mucho menos peligrosos que las disciplinas mencionadas. Piensa que sólo en Italia, las víctimas de la práctica deportiva son al menos 100 al año, como demuestra esta investigación. Y el uso de la bicicleta cuesta la vida a una persona cada 35 horas. Además, hay actividades que nunca esperamos contar entre las más peligrosas, pero que cosechan víctimas. Una de ellas, el go mushrooming, es más mortal que la F1 y la MotoGP juntas
Adjuntamos un antiguo reportaje del Telégrafo. Los datos son constantes año tras año. https://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/europe/italy/7970438/18-people-die-in-10-days-picking-mushrooms.html
Evidentemente, se trata de masacres silenciosas, que tienen lugar lejos de las cámaras, que no afectan a personas famosas y que, por tanto, no tienen el impacto mediático que inevitablemente conlleva un suceso trágico en la televisión en directo.
En conclusión
La peligrosidad de ciertos deportes es un tema delicado y no es fácil tratarlo sin correr el riesgo de parecer cínico. La verdad, sin embargo, es que el tema de la peligrosidad del automovilismo no se aplica al patrocinio ni a los negocios. La Fórmula 1 y MotoGP no son más peligrosas que el fútbol, el ciclismo, el descenso, etc. Al contrario, las disciplinas del automovilismo han contribuido significativamente a mejorar las condiciones de seguridad vial de motoristas y motociclistas. Si tenemos cuadros monocasco, chaquetas con excelente protección y cascos de extraordinarias propiedades, también se debe a la industria de las carreras.
https://www.bbc.co.uk/news/health-33478629
https://people.com/sports/experts-alarmed-over-13-high-school-football-deaths-this-season/
https://www.telegraph.co.uk/news/2017/06/28/yogamore-dangerous-previously-thought-scientists-say/