En el automovilismo, la búsqueda de la atención del espectador no se limita a la pista y los coches o motos, sino que se extiende a los ángulos más pequeños y tácticos, como las viseras de los cascos de los pilotos. Estos pequeños espacios, aunque insignificantes en apariencia, resultaron ser una baza excepcional para los patrocinadores, deseosos de descubrir formas cada vez más innovadoras de destacar entre la miríada de marcas presentes, a veces de forma desordenada.
Conectar a la estrella
En los últimos años, ha aumentado notablemente la importancia de los patrocinadores, que prefieren exhibir su marca en los pilotos. Cada milímetro del casco, del traje y, más aún, de la visera, se transformó en un tesoro para la inserción de logotipos. La proximidad física a nuestro héroe hace que esta opción sea una de las primeras a considerar cuando se aborda un proyecto de patrocinio con objetivos de visibilidad ambiciosos y una inversión quizá baja.
Después de las carreras, las entrevistas o el podio, estos espacios pequeños pero tácticos proporcionan a los patrocinadores una visibilidad prolongada e inigualable, ya que se está conectado con un ser humano que transmite emociones de una forma diferente y más poderosa que un medio mecánico, aunque tan excepcional como un F1 o una MotoGP.
Visibilidad y posiciones privilegiadas
La visera, en particular, ofrece una posición privilegiada, asegurando que el logotipo del patrocinador esté constantemente visible siempre que el piloto sea filmado por la cámara frontal, con planos cerrados que buscan los ojos de los protagonistas. La centralidad de la visera, y la posibilidad de estar presente en ella, es vital en una era en la que los medios digitales desempeñan un papel clave en la difusión de la imagen de pilotos y equipos.
Sobre todo en las redes sociales, que en su mayoría se utilizan a través del teléfono y, por tanto, con pantallas pequeñas, predominan los planos cerrados de los protagonistas.

Diferencias entre los espacios del conductor y del equipo
A diferencia de los grandes espacios disponibles en los vehículos de carreras y en el equipamiento de los equipos, la visera representa un espacio único dedicado a los pilotos. Esta distinción ofrece a los patrocinadores una oportunidad única de vincularse no sólo al equipo, sino también a la imagen personal y al carisma del piloto, intensificando el impacto emocional en el público.
Algunos ejemplos: Lentes sin freno y Galileo
Ejemplos notables de esta estrategia son las colaboraciones entre pilotos y marcas como Unbraked y Alex Márquez o Andrea Dovizioso y Lenti Galileo. Estas alianzas no sólo se han beneficiado de la visibilidad derivada de la posición destacada en la visera, sino que han generaron y están generando historias atractivas que han establecido su marca en el mundo del automovilismo, en pocas palabras la creatividad y la estrategia pueden convertir un pequeño espacio físico en una poderosa herramienta de marketing.

Un poco de historia
El patrocinio de cascos en la Fórmula 1 comenzó en los años sesenta.
Antes de eso, leyendas como Juan Manuel Fangio, Nino Farina y Jack Brabham corrieron sin patrocinadores.
1968 marcó un punto de inflexión, cuando la FIA concedió a los pilotos y a los monoplazas la libertad de hacer alarde de patrocinio, cambiando irrevocablemente la esencia del deporte.
¿Y este casco? Cuenta una historia fascinante.
Jochen Rindt, piloto de carreras alemán, fue uno de los primeros en exhibir espacios publicitarios en su casco, sentando un precedente para los pilotos actuales.
Rindt, trágicamente conocido por ser el único Campeón del Mundo de Fórmula Uno premiado a título póstumo, tuvo como mánager nada menos que a Bernie Ecclestone. Este último, una mente estratégica, revolucionó el marketing deportivo en una sola noche poniendo esta petición en su casco.
Uno se asombra cuando reflexiona sobre lo mucho que ha progresado el sector.
Curiosamente, antes de la introducción de las libreas patrocinadas, el color de los coches en la Fórmula 1 era un emblema de la nacionalidad del equipo: rojo de carreras para Italia, bleu de France para Francia y verde de carreras para el Reino Unido.
Por qué una agencia de patrocinio
La evolución de las estrategias de patrocinio en el automovilismo pone de relieve la importancia fundamental de incluir en la ecuación una
agencia especializada
. Gracias a su experiencia y conocimiento del sector, estas agencias son capaces de desenterrar las oportunidades más lucrativas y negociar espacios y condiciones para maximizar la visibilidad y el impacto de los patrocinadores. En este contexto, el papel de una agencia de patrocinio deportivo resulta esencial para navegar con éxito por el complejo ecosistema de los paddocks y los backboxes.
Conclusión
La visera del casco se perfila como un espacio publicitario de gran valor en el automovilismo, que proporciona a los patrocinadores una visibilidad directa y distintiva. En un ámbito en el que cada detalle cuenta, decidir invertir en este espacio aparentemente modesto pero eficaz puede marcar la diferencia en el posicionamiento de una marca. Trabajar con una agencia de patrocinio competente es vital para aprovechar al máximo este potencial.