Si eres un apasionado del motociclismo y quieres saber quiénes son los mejores pilotos de MotoGP de todos los tiempos, esta clasificación definitiva te guiará a través de las leyendas que han escrito la historia de MotoGP y del Campeonato del Mundo. Desde pioneros a héroes modernos, aquí tienes los nombres que han dejado una huella indeleble sobre dos ruedas.
1. Giacomo Agostini: el campeón legendario
Giacomo Agostini, con 15 títulos mundiales y 122 victorias en carrera, sigue siendo una leyenda indiscutible de MotoGP y el piloto más laureado de MotoGP. Su capacidad para dominar tanto la categoría de 350 cc como la de 500 cc le convierte en un piloto sin parangón en la historia del motociclismo.“Ago” corrió y ganó en una época en la que también se corría en carretera, siendo legendarios en este sentido sus 10 triunfos en el Tourist Trophy.
A menudo se hace referencia a Agostini como el mejor piloto de la historia de MotoGP debido a su dominio absoluto en las décadas de 1960 y 1970. Su influencia todavía puede sentirse hoy entre los jóvenes talentos del motociclismo.
En su histórica carrera destaca el cambio de MVAgusta a Yamaha, que, aunque trajo mil controversias, dio a Ago un Campeonato del Mundo en 350 en 1974, uno en 500 en 1975, así como una victoria muy prestigiosa en su debut con la marca japonesa, y por delante de su compañero de equipo Kenny Roberts en la carrera de las 200 millas de Daytona de 1974. Agostini fue una de las primeras superestrellas de las dos ruedas en aparecer en anuncios de televisión o en películas como esta ‘ Bólidos sobre el asfalto a todo gas’, que dan buena idea de cómo su popularidad había trascendido las puertas de los circuitos.

2. Valentino Rossi: el doctor del motociclismo
Valentino Rossi, conocido como“El Doctor“, revolucionó el mundo de MotoGP. Con nueve títulos mundiales, 115 victorias y un carisma único, Rossi ha dejado una huella indeleble en el corazón de los aficionados. Rossi es el único piloto que ha ganado un campeonato del mundo en cuatro categorías, habiendo triunfado en 125, 250, 500 y MotoGP.
Rossi es universalmente reconocido como uno de los pilotos más exitosos e influyentes de la historia de MotoGP. Su rivalidad con Max Biaggi, Sete Gibernau, Casey Stoner y Marc Márquez ha marcado algunas de las páginas más emocionantes del motociclismo moderno.
Rossi es el piloto que ayudó a convertir un deporte de nicho en un espectáculo de masas. Su capacidad para traspasar la pantalla y comunicar han hecho del motociclismo el deporte popular que es, y no sólo en Italia. Las gradas amarillas y los miles de aficionados que lucían su merchandising han sido una constante durante la época dorada de Valentino en todos los circuitos del mundo.
3. Marc Márquez: el fenómeno moderno
Marc Márquez, con su agresividad y su técnica innovadora, ha ganado ocho títulos mundiales en todas las categorías, seis de ellos en la categoría reina. Su capacidad para llegar al límite en cada carrera le convierte en uno de los pilotos más emocionantes de la historia. Quizá la comparación con un grande de la Fórmula 1, Senna, parezca exagerada, pero en cada salida a pista de Márquez, como le ocurría a Senna, se ven cosas excepcionales.
Márquez es conocido por su espectacular estilo de pilotaje, sus paradas imposibles y su capacidad para adaptarse rápidamente a cualquier moto. Se le considera el piloto que más puede reescribir los récords del MotoGP moderno.
Márquez parece ser el único piloto potencialmente capaz de superar a Valentino en estos momentos.
Una serie de problemas físicos ha frenado a Marc Márquez en los últimos años, pero su recuperación de la forma física y su fichaje por Ducati auguran una mejora de su palmarés.
4. Mick Doohan: El dominador de los 90
Mick Doohan, australiano, ganó cinco títulos mundiales consecutivos en la categoría de 500cc. De 1994 a 1998 no fue posible terminar mejor que segundo en la pista. El dominio de Mick era absoluto e imposible de contrarrestar. Una carrera muy exitosa, pero salpicada de accidentes. Doohan fue la referencia de las carreras de 500cc en la década de 1990, famoso por su determinación y capacidad para volver a la cima tras graves lesiones. Su agresivo estilo de pilotaje inspiró a generaciones de pilotos.
La gravísima caída que sufrió en Assen en 1992 no consiguió aplacar sus ganas de competir y ganar, y los Campeonatos del Mundo que ganó en los años siguientes así lo atestiguan. Sin embargo, tuvo que abandonar en 1999, cuando otra desastrosa caída le obligó a retirarse.

5. Casey Stoner: el talento natural
Casey Stoner, conocido por su estilo de pilotaje único y su habilidad natural, ha ganado dos títulos mundiales de MotoGP. Su capacidad para ganar con diferentes fabricantes de motos, Ducati y Honda, demuestra su versatilidad y talento puro. Stoner fue el primero en llevar a Ducati al título de MotoGP en 2007, una hazaña histórica que le consagró entre los grandes. Su sensibilidad técnica y su velocidad en vuelta seca siguen siendo legendarias hoy en día.
Stoner fue un caníbal, no concedió nada a sus rivales desde los primeros entrenamientos libres, apenas unas vueltas para colocarse al frente de la lista de tiempos y establecer desde el principio quién mandaba. Capaz de conducir por instinto y por encima de los problemas, Casey era una mezcla de talento cristalino, sensibilidad única y velocidad increíble. Desde su debut en MotoGP con el equipo LCR demostró de qué estaba hecho. Durante años se dijo que era el único capaz de sacar lo mejor de motos difíciles como las Ducatis de la época. Famosas peleas dentro y fuera de la pista con Valentino y el famoso adelantamiento en el Sacacorchos de Laguna Seca con las ruedas de Valentino en el suelo y muy por encima del bordillo. Algunos problemas físicos y un malestar hacia el entorno de MotoGP llevaron a Stoner a retirarse muy joven. A los 27 años, decidió irse a pescar y dedicarse a su familia. Una pena que no pudiera disfrutar de lo que podía hacer en la pista durante unos cuantos años más.
6. Jorge Lorenzo: el maestro de la coherencia
Jorge Lorenzo es famoso por su estilo de pilotaje limpio y su constante búsqueda de la perfección. Ha ganado cinco títulos mundiales , dos en 250 con Aprilia y tres en MotoGP con Yamaha, y un total de 68 carreras, demostrando una regularidad pocas veces vista en el motociclismo de alto nivel.
Lorenzo ha protagonizado algunas de las batallas más emblemáticas de MotoGP, especialmente contra Rossi y Márquez. Su meticulosidad en la preparación de las carreras le ha convertido en un ejemplo de profesionalidad.
Conocido por su determinación y su maníaca atención al detalle, Lorenzo ha abordado toda su carrera con una actitud decidida, que a veces se confunde con la arrogancia. La cohabitación con Rossi en Yamaha y el famoso muro divisorio entre los boxes son testimonio del respeto de Rossi por el novato Lorenzo con el que no quería compartir datos, las batallas en pista que se produjeron estuvieron durante años entre lo mejor del motociclismo de cualquier época. Una infeliz transición a Ducati, de la que fue despedido justo cuando había empezado a ganar, y una experiencia fallida con Honda le llevaron a la retirada, privándonos de un piloto capaz, en los días buenos, de imponer a sus rivales ritmos insoportables y carreras en solitario similares a las que nos regalaba Max Biaggi.
7. Mike Hailwood: una leyenda multidisciplinar entre 2 y 4 ruedas.
Mike Hailwood, apodado “Mike la moto“, ganó nueve títulos mundiales, cuatro en 500, dos en 350 y tres en 250, con un total de 76 victorias. Números que le sitúan entre los pilotos más laureados de la historia. Lo que se recuerda y lo que distinguió a Hailwood es la versatilidad y el valor. Hailwood está considerado uno de los pilotos más versátiles de la historia, capaz de ganar tanto en MotoGP como en Fórmula 1. Su regreso triunfal al Tourist Trophy tras años de ausencia sigue siendo hoy una hazaña legendaria..
De 1963 a 1974 compitió en Fórmula 1 al tiempo que coleccionaba títulos mundiales sobre dos ruedas. Su carrera abarca varias épocas del motociclismo y lo convierte en un icono atemporal. Increíble regreso tras 11 años de ausencia de la Isla de Man en el Tourist Trophy de 1978 culminado con una victoria pilotando la Ducati 900 SS F1.

8. Eddie Lawson: El meticuloso
Eddie Lawson, conocido por su precisión y metódica, ganó cuatro títulos mundiales en la categoría de 500cc. Triunfó con una Yamaha en 84, 86 y 88. Ganó su cuarto y último Campeonato del Mundo con una Honda en 1989.
Lawson ganó el título mundial con motos de distintos fabricantes, demostrando una capacidad de adaptación poco común. Se trata de una circunstancia excepcional si se tiene en cuenta que consiguió triunfar en el campeonato en años sucesivos con motos diferentes.
Lawson nunca concedió mucho al espectáculo, un piloto regular y muy rápido que siempre llevó a casa lo mejor que se podía hacer dadas las circunstancias. Su regularidad y sangre fría en carrera fueron la clave de su éxito.
Consiguió encender los corazones de los aficionados italianos en 1992 al ganar el Gran Premio de Hungría pilotando la Cagiva roja de los hermanos Castiglioni, antes de retirarse y pasarse a las cuatro ruedas para poner un tacaño final a su carrera.
9. Kenny Roberts: el innovador
Kenny Roberts es el primer estadounidense en ganar el título mundial en la categoría de 500 cc.
Tres títulos mundiales entre 1978 y 1980 y 24 victorias para aniquilar un campeonato que tuvo que someterse a su innovador estilo de pilotaje. Roberts revolucionó la técnica de pilotaje al introducir la famosa “rodilla al suelo”, convirtiéndose en fuente de inspiración para generaciones de pilotos. De hecho, es a Roberts, y al difunto Saarinen, a quienes debemos la famosa rodilla fuera para rozar el asfalto, que, junto con un control superior del vehículo perfeccionado durante años de pilotaje en dirt track en Estados Unidos, hacen de Roberts “el marciano”.
Además de ganar tres campeonatos del mundo como piloto, dejando una huella indeleble en el motociclismo Roberts se convirtió, de nuevo para Yamaha, en director de equipo en los campeonatos del mundo, dirigiendo las motos que ganaron tres campeonatos del mundo consecutivos con Wayne Rainey entre 1990 y 1992. Roberts demostró entonces ser un hábil gestor y decidió dar el siguiente paso convirtiéndose en constructor de motos innovadoras para su Team KR, motos rebautizadas primero Modenas y luego Proton, fabricantes malayos de vehículos de dos ruedas que le apoyaron en sus actividades de competición.
caso más singular que raro, uno de sus hijos, Kenny Jr ganó el Campeonato del Mundo de la clase 500 con una Suzuki en 2000.

Wayne Rainey: determinación encarnada
Wayne Rainey, tres veces campeón del mundo de 500cc, es admirado por su determinación y fortaleza mental. A pesar de una carrera truncada por las lesiones, su impacto en MotoGP sigue siendo significativo. Rainey es un símbolo de resistencia y pasión, capaz de inspirar a pilotos y aficionados incluso después del trágico accidente que le obligó a retirarse. Su contribución como manager y promotor ha dejado una huella indeleble en el motociclismo estadounidense y mundial..Para hacerte una idea de lo que Rainey significó para el motociclismo, nada mejor que los números. En seis años cosechó en la categoría de 500 un tercer puesto en el campeonato en su debut en 1988, un segundo en su segundo año, 1989, tres títulos consecutivos en 90, 91 y 92, y otro segundo en 1993, año en el que lideró el campeonato hasta el accidente de Misano.
Wayne Rainey es un ejemplo a seguir, se enfrentó a la adversidad con tenacidad y fortaleza. En los años siguientes al accidente, se apasionó por los karts y, a pesar de las dificultades, destacó en la disciplina. De 1995 a 1998 dirigió el equipo Yamaha Rainey de carreras de motos y se convirtió en promotor del Campeonato AMA Moto America Superbike a partir de 2014.
Esta clasificación de los mejores pilotos de MotoGP de todos los tiempos es el resultado de los resultados, el talento, el carisma y el impacto en la historia del motociclismo. Todos los pilotos aquí mencionados han contribuido a hacer de MotoGP el deporte espectacular y popular que conocemos hoy. Si quieres estar al día de las leyendas de MotoGP y de las nuevas estrellas, ¡sigue con nosotros!